HISTORIAS CUENTOS Y OTRAS YERBAS DE SAN LUIS

Me llamo Silvana y desde hace varios años vengo recopilando información e investigando sobre historias y cuentos de Merlo y alrededores

“TUQUITO TOMA PAN»

Testimonio de Luis Roberto Becerra
Algunos conservamos la costumbre de saludar con buenos días y la de hablar con las personas que se encuentran junto a nosotros, como en este caso, en la fila de una oficina pública, en Merlo.
Fueron para mí, los mejores minutos invertidos del día, con las sierras de fondo y teniendo de compañero en la fila a Luis Roberto Becerra que me contó sobre el Merlo de su niñez.
Él nació en una familia numerosa, en el año 1942, sus padres fueron Leovigildo Becerra y su madre Otilia

Nicolasa Fuentes. En una época donde las mujeres daban a luz en sus hogares, con la asistencia de la “comadrona”.

Recuerda a su madre prendiendo el brasero bajo el parral y haciendo desde temprano la mazamorra para los once hijos, ella misma también les hacia la ropa para todos. Su padre sembraba zapallos, higos, naranjas, y de la querida parra hacia el vino patero.

En su casa había un aljibe, al cual los sapos también concurrían a beber, pero los corrían a un lado con la mano y el agua se tomaba igual, sin muchas pretensiones, con la única precaución de una piedra de cal en el fondo para que el agua no se echara a perder.

Con sólo 14 años ya trabajaba en el correo como mensajero, llevaba los telegramas a caballo. Recuerda que un día se subió del lado que no se debe subir, y el caballo hizo un paso al costado, le pisó el pie y le arranco la uña en limpio.

En esos años la vida era tranquila, natural, de noche se veían “los tuquitos”, los niños se juntaban a jugar y a llamar a estos bichitos de luz con sus voces, repitiendo ¡tuquito toma pan! ¡tuquito toma pan! Y éstos se asentaban sobre sus manos.

La plaza de Merlo, en esos años estaba alambrada y se ingresaba por los molinetes en las esquinas. Una tarde encontró en la plaza al poeta Estaban Agüero, él era niño, y el poeta le aconsejó que hiciera una nota al presidente para pedir una beca de estudios, cuando él se decidiera por una carrera universitaria. Muchos años más tarde ya cursando sus estudios de odontología se acercó a la “Casa Rosada” con su medallita de ahijado del Presidente General Pedro Pablo Ramírez y llevó la carta. Y efectivamente Luis Roberto Becerra recibió la notificación que había sido seleccionado para la beca de estudio, pero cuando le dieron la noticia ya había finalizo sus estudios. Fue un hecho que aún recuerda, ese encuentro con el poeta Agüero y su consejo.

Hoy en día Luis Roberto Becerra es Odontólogo en la Villa, casado con una puntana muy buena y que cocina delicioso, decía mientras sus ojos brillaban de alegría.

Mantiene el humor y la sonrisa, que refleja en su rostro, una infancia llena de recuerdos felices y un presente donde disfruta del sol, las sierras, y de lo que le toque vivir ese día, siempre saludando y sin perder la oportunidad de compartir un buen momento entre los vecinos de la Villa de Merlo.

Gracias por compartir su testimonio para “Historias cuentos y otras yerbas de san Luis”

Escrito por: Silvana Vaira

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