Trayendo al presente mi pasado puedo decir que hoy SOY, todas mis declaraciones. Todas las realidades que creo, me permiten ser quien elijo SER. Ser docente de nivel primario e inicial, esposa, madre, coach ontológico. Construí mi mundo y mi futuro, la palabra antecede.
¿Qué sucede cuando, en cambio, nuestras declaraciones nos frenan en lo que queremos lograr?
“Soy grande, no quiero volver a estudiar”, “no voy a concursar para directora”. Estas declaraciones me dejaban en un lugar cómodo, conocido, rutinario. Le daba poder a un lenguaje incoherente con mis emociones de vacío, de sabor a poco, incompleta con mi cuerpo aburrido y desganado.
Todo empezó a cambiar cuando un amigo a punto de certificar como coach me invitó a su coloquio final. Conversamos en su casa sobre lo que él sentía cursando la formación y decidí asistir a una charla informativa.
Así, me inscribí en la formación de Fundación ELAC para SER Coach Ontológico y en abril de 2015 inicié una nueva carrera de estudios, dejando de lado aquella declaración que antes sostenía de “soy grande, no quiero volver a estudiar”.
Mi nueva declaración me abrió a nuevas posibilidades, nuevas sensaciones.
Sentí entusiasmo, la energía activa y miles de neuronas se despertaron. Nuevos pensamientos exploraron espacios no conocidos, coordinando horarios, transporte, disponibilidad y compromisos en coherencia con la declaración de quien deseaba ser.
Cursando el segundo año de la formación de Coaching Ontológico me repetían una y otra vez “para lograr la certificación, queremos ver tu SER (con la mano señalando el centro del pecho y moviéndola de arriba hacia abajo como una flecha) y no tu HACER”. Lloré, me enojé, me encerré, me negué, volví a llorar y a enojarme.
Un día, escribiendo como lo estoy haciendo ahora con el sonido de las olas del mar y sintiendo el viento en mi piel, me conecté, me sentí, me escuché… ¡esto es lo que quiero para mi vida!
Decidida, en abril de 2017 volví a cursar el Nivel 2. Apareció mi SER brillante, empoderada, sonriente, divertida, participativa, compañera, enérgica, valiente y enfocada en lograr mi resultado deseado. Fui la primera de una camada en certificar como Coach, rediseñé mi Proyecto Extraordinario para cumplir mi sueño: comprar un dúplex con vista al mar.
Certifiqué como Coach Ontológico en diciembre de 2017 y en enero del año siguiente me ofrecieron ser facilitadora. Hoy en día llevo más de 3 años asistiendo procesos de aprendizaje ontológico.
A su vez, en mayo de 2018 cambié mi declaración de “no voy a concursar para directora” por otra que me abría más posibilidades: “voy a concursar para ser directora”. Así fue que me presenté en colegios para ser directora, pasé la instancia del concurso y en julio de 2019 asumí el cargo de Directora de Nivel Primario.
Lo había logrado, ¡la dire coach!
Como directora me permití crecer, aprender, expandirme, liderar, asistir para ser posibilidad, ser oferta, hacer pedidos, escuchar las necesidades de las docentes, las familias, los niños y niñas, el personal auxiliar, desafiar mis certezas del “no puedo y no sé”. Disfruté la incertidumbre, mi logro, mi premio a los años de experiencia, mi elección, mi decisión siendo coach.
Le di el poder extraordinario a mi declaración “quiero ser directora” e hice que las cosas pasen.
Hoy elijo, decido y declaro dedicar el 100% de mi tiempo a ser Coach Ontológico Profesional. Soy feliz, disfruto, amo lo que siento, hago y me expando. Cuando surgen nuevas posibilidades, me ofrezco y me ofrecen, me lleno, aprendo y asisto a la sociedad.
Para finalizar quiero declarar:
“Gracias a mis hijos, Emiliano, Gonzalo, Juan, Facundo”
“Te amo, a mi esposo Alejandro”
“Basta, a la incomodidad”
“Sí, a disfrutar”
“Perdón, a mi madre”
“No, a mi voz interna sobre el que dirán”.
Vos, ¿qué querés declarar hoy para tu vida?
Facilitadora de la formación de Coaching Ontológico, y del Postítulo en Valoración y Gestión Emocional y Corporal para Coaches, en Fundación ELAC.
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